Comunidad de

Alcuéscar

Comunidad de Alcuéscar

su historia

El 2 de octubre de 1941 es una fecha crucial para una nueva familia religiosa; nacía una nueva congregación para dar vida a la Iglesia y a muchas personas que se unirían a un mismo ideal, a un nuevo carisma. Esta fecha se considera como la primera fundación de la Congregación.

La comunidad de Alcuéscar va de la mano con la historia de la Congregación, así, el primer grupo de hermanas que se unió al proyecto vivieron, durante algunos años, en el doblao de la casa familiar de nuestra madre fundadora, hasta que se trasladaron a la «casa del Atrio», la que, según contaba ella, se la pidió tanto a su madrina, Dña. Daniela Valverde, porque estaba deshabitada y que un día milagrosamente encontraron abierta; hoy en día pertenece a la Congregación.

Aquí residió la comunidad hasta bien entrada la década de los 60, en que se cambiaron a la Pza de España, ya que la anterior no re-unía las condiciones necesarias para atender las necesidades de las hermanas y de las personas que acudían a la casa. Es digno de mencionar que en esta casa del Atrio tomaron el hábito las primeras hermanas, junto con nuestra madre, presidiendo la eucaristía el P. Leocadio Galán. De esas primeras hermanas solo queda una: Hna Rosario Conde.

En la actualidad, la comunidad de Alcuéscar está formada por tres hermanas, y su principal apostolado es la atención y el cuidado de un grupito de seño-ras; unas están por edad y porque sus familias no pueden cuidarlas debidamente y otras por discapacidad psíquica, que tampoco pueden ser atendidas por sus familiares. Viven en un ambiente de familia junto con las hermanas.

La comunidad también lleva a cabo otros apostolados: Una hermana atiende a la Parroquia en todo lo referente a ornamentos litúrgicos. Otra hermana se ocupa de todo lo concerniente a los médicos y tratamientos de las personas acogidas. Otra hermana lleva un grupo de oración de se-ñoras en un pueblo cercano.

Se celebra diariamente la eucaristía, abierta al pueblo, presidida siempre por alguno de los hermanos «Esclavos de María y de los pobres», fundación que también se llevó a cabo en Alcuéscar, un año antes, por el P. Leocadio Galán, confesor de nuestra madre, María José de la Eucaristía. Los jueves se expone el Santísimo.

En las tareas de aseo de las señoras, limpieza de la casa y cocina, la comunidad cuenta con dos laicas que llevan ya muchos años trabajan-do en la casa.

Esta fundación de Alcuéscar la consideramos todas como la Casa Fundacional de la Congregación. Es visita obligada el primer domingo de octubre, en la fiesta de la Patrona «Ntra. Sra. del Rosario», a cuya advocación nuestra madre tenía un especial cariño y veneración, ya que, según ella, a través de su intercesión logró sacar el proyecto que soñaba adelante, y la sacó de muchas dificultades.

Sigamos haciendo historia, la primera piedra quedó bien anclada en este pueblo de Alcuéscar, al que todas tenemos un especial cariño por ser el lugar de nacimiento de nuestra madre.