Nuestra Congregación tiene presencia en la diócesis de Ciudad Real desde el año 1958, en Campo de Criptana, con autorización del Obispo Mons. Hervás, otorgada el 7 de febrero de dicho año.
Las primeras hermanas que llegaron se encargaron de la llamada Casa de Caridad: refugio infantil o guardería para niños pobres, y firmaron un contrato de cooperación apostólica con la parroquia, dedicándose a la ayuda de obras apostólicas parroquiales, en la formación de los fieles.
En el año 1993, con mucho pesar, tu-vieron que dejar este apostolado para dedicarse a otra nueva misión en Herencia, perteneciente a la misma diócesis, donde la Congregación abriría una casa de espiritualidad: CASA DE ORACIÓN SANTA MARÍA.
Sobre el año 1983, la Congregación es requerida por D. Mariano Alonso Montes y su señora Dña. Dolores Sanz Parra, matrimonio nacido y residente en Herencia; no tiene descendencia y cuenta, a su vez, con un capital bastante considerable.
Surge la idea entre los Cursillistas de Cristiandad, entre ellos D. Mariano Alonso Montes, de hacer una casa para cubrir las necesidades que tiene este movimiento, para reunirse, celebrar ultreyas, etc., pero se impone la necesidad de que una comunidad religiosa se responsabilice de la obra, dirección y presencia permanente para una mejor organización.
Visitamos al Sr. Obispo de la diócesis, D. Rafael Torija de la Fuente; exponemos todo lo referente a la fundación en Herencia. Sería una casa de oración de gran capacidad.
En junio de 1985 fallece Dña. Dolo-res Sanz Parra. Dada la sorpresa de una muerte inesperada, o bien porque ella lo desease así, muere sin testar. Al no tener hijos ni herederos forzosos de ninguna clase, queda como heredero único su esposo, D. Mariano Alonso Montes, que decide destinar los bienes he-redados de su esposa a una fundación, cumpliendo así una idea de su esposa.
D. Mariano no deja de insistir y reclamar nuestra presencia para llevar adelante el proyecto. Una casa de oración.
Después de un tiempo de reflexión y oración, se valora a la luz de la fe, quedando una idea bien clara: no es un bien para nosotras, es para los hombres y para la Iglesia. Se acepta la proposición, no sin antes informar al Sr. Obispo, el cual anima y alienta la idea diciendo que apoyará a cuantos pue-dan intervenir en ella y reconociendo el buen servicio que la casa dará a la diócesis.
En junio de 1990 dan comienzo las obras. El 24 de mayo de 1993, festividad de María Auxiliadora, es el día señalado para abrir la casa.
La Comunidad encargada de ello está compuesta por seis Hnas: M.ª Victoria Rincón, M.ª Teresa de Jesús Blanco, M.ª Encarnación Castillejo, M.ª de los Remedios Salgado, M.ª Paz de la Fuente y M.ª Luisa Mateo.
El día 25, el Sr. Obispo autoriza al Párroco del pueblo, D. Miguel-Ángel Angora Mazuecos, para que en su nombre y representación celebre la primera Misa y deje el Santísimo en el Sagrario. D. Mariano, muy emocionado, estuvo presente.
Normalmente, en Navidad, el Alcalde y su Corporación visitan la residencia llevándoles algún presente a las personas residentes.
El 5 de Agosto de 1993, se realiza la Bendición e inauguración de la casa. Asisten el Sr. Obispo de la diócesis, los sacerdotes de Herencia y Padres Mercedarios, Sacerdotes y Religiosos Trinitarios de Alcázar, de Campo de Criptana, y otros pueblos cerca-nos, Religiosos Salesianos de Mérida, Claretianos de Don Benito; en total, concelebran con el Sr. Obispo 20 sacerdotes. Nos acompañaron un buen número de hermanas de la Congregación de las diferentes comunidades. Asisten personas muy cercanas a nosotras en un número aproximado a las 300. D. Mariano a su vez invita a sus hermanas, sobrinos, familiares y amigos.
Como el 5 de Agosto es la dedicación de la Basílica de Santa María Madre de Dios en Roma, primer santuario dedicado a la Virgen, se eligió esta fecha para la bendición de la Casa que, desde este día, se conocerá con el nombre propio de la liturgia del día: «Casa de Oración SANTA MARÍA».
A partir de esta fecha, los grupos que solicitan la casa son cada día más numerosos. La casa tiene una capacidad para 140 personas. Varias capillas, salones, jardines, comedores…
En la actualidad, la Comunidad está formada por cuatro religiosas que tienen como apostolado prioritario esta casa de espiritualidad; cuentan con personal laico que le ayudan en las tareas de la casa y del jardín.
En años anteriores, algunas de las hermanas colaboraban con la parroquia y con Cáritas.
Imploramos la bendición de Dios sobre ella y que Él nos dé su espíritu para que todo lo que hagamos sea según su voluntad, que nos enseñe también a santificar el trabajo que ello conlleva.